jueves, 21 de marzo de 2013

Kidrauhl.

El tiempo pasa, sí… Lentamente, pero pasa. Y cuando menos lo esperas te encuentras a ti mismo observándote en el espejo, recordando todo aquello que un día viviste, que parece que fue ayer. Lo recuerdas con una sonrisa porque sabes que fue especial y absolutamente maravilloso. Cada sentimiento que se escondía en tu corazón desvelaba lo feliz que te encontrabas. 
Y si algún día tengo que recordar esto, quiero recordar lo especial que fue, porque… La gente piensa que es sólo una moda que pasa, como muchas otras, que viene y pronto se irá. Están cansados de vernos felices, están envidiosos de el amor que tenemos en esta familia, y lo que no saben es que apenas acaba de empezar. Este viaje infinito, ha comenzado. Podemos ver el principio, pero aún no se atisba el final, y, con suerte, no habrá final. Si lo piensas detenidamente todo esto es como un sueño, un sueño de los cuales no quieres despertar, de esos que cuando despiertas te intentas dormir de nuevo para volver a soñarlo. Así es. Esto es casi una forma de vida. Es… ¿magia? Sí, puede que sí. Y si algún día llegaras a pensar que todo esto se está acabando, abre los ojos y vuélvete, por que podrás verme, podrás ver el apoyo que te doy, las mil y una sonrisas que te regalo. A pesar de la distancia, siempre, siempre, estaré a tu lado. Porque la distancia puede impedir un abrazo, pero jamás un sentimiento.
Y ser belieber, es un muy bonito sentimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario